martes, 15 de diciembre de 2009

SABÍAS QUE...

Sabías que... las cabinas de los aviones utilizan una luz verdosa cuando pilotan por la noche, y que la mesa de cartas de los barcos por el contrario, utilizan una luz roja. Los motivos no son arbitrarios, éstos responden a los mecanismos de visión del ser humano. Para no perdernos en asuntos técnicos, el ojo humano capta la realidad gracias a la luz (onda) percibida por la retina (película fotosensible). Finalmente es procesada e interpretada.

Si observamos a grosso modo el funcionamiento de nuestros ojos, descubriremos en la retina dos grandes grupos de células encargadas de la visión: los bastones y los conos. Los primeros se encargan de la visión nocturna y son los que en mayor número aparecen (120.106). Por el contrario, los conos se encargan de la visión diurna. Estos últimos, sobre los que nos centraremos, se dividen en tres bloques. Sus nombres técnicos son un tanto complicados, no obstante se les conocen comúnmente como cono rojo ,verde y azul (RGB), aunque su curva de sensibilidad no corresponda exactamente con esos colores. Estos fotorreceptores existen en proporciones diferentes, 40-20-1 respectivamente, siendo los más abundantes los que menor longitud de ondas tiene (rojo).

Nuestro iris controla la cantidad de luz que llega a la retina en función del escenario lumínico. Todos hemos experimentado este proceso de adaptación cuando pasamos de un entorno oscuro a otro iluminado y viceversa. Esta adaptación no es inmediata, sino progresiva y requiere cierto intervalo de tiempo. Dicha deficiencia de visión temporal, resulta peligrosa en la realización de determinadas acciones, como en el caso que nos ocupa del vuelo de un avión o la navegación de un barco. Nuevamente la longitud de onda es uno de los responsables de ésto. Como comentábamos en el párrafo anterior entre los tres grupos de conos, el azul es el que mayor longitud de onda tiene, siendo este el que mayor tiempo de adaptación requiere por el mayor contraste de onda en relación con un entorno nocturno. A continuación le sigue el canal verde y finalmente el rojo. Ahora, ya podemos entender porque no se utiliza la luz azul en ninguno de los casos descritos. La cuestión ahora es, ¿por qué elegimos el rojo o el verde?. En el caso de la cabina de avión, se opta por el verde, porque a pesar de no ser el que menor tiempo de adaptación requiere; es el que más respeta los diferentes colores existentes en la cabina y especialmente en los elementos de tripulación. Por el contrario, el rojo dificulta la diferenciación de colores, cuestión que en el caso de las mesas de cartas de los barcos, no reúne grandes inconvenientes para interpretar dichos mapas, ya que el código de color no es tan importante. El rojo además de ser el color que menos tiempo de adaptación requiere, es también el que mayor nitidez proporciona. Lo contrario ocurrirá con el azul y en el punto intermedio situaremos al verde.



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